lunes, 13 de diciembre de 2010

Algo que Brilla Como el Mar


Hiromi Kawakami
Editorial Acantilado
web: http://www.acantilado.es/
ISBN: 978-84-92649-62-4

Los que recuerden mi antigua lista de libros les vendrá a la memoria mi debilidad por la literatura japonesa con nombres como Murakami o Katayama, pero exceptuando los mujeres compositoras de Haiku que he leido, escritoras japonesas propiamente dicho aún no había caido ninguna en mis manos y Kawakami es la primera y pronostico que no será la última.
Midori Edo es un adolescente que vive con su madre soltera (Aiko) y su abuela (Masako), la convivencia es relativamente sencilla en esa atmósfera y donde se ven las dos formas de ver el mundo de lo adultos. De vez en cuando aparece el que luego decubrirá que es su padre (Otori) siendo sus visitas un motivo de estres y compilcación en la vida de los Edo; el que el padre de Midori sea un individuo de cierto atractivo para las mujeres y con buena conexión aparente con la abuela hace que nuestro protagonista lo mire con cierto interés, pero no así la madre que ve un hombre sin trabajo y con cierta cariño por el alcohol.
La vida de Midori se completa con su amigo Hanada que decide vestirse con un uniforme de marinera -los chicos en Japón van todos en uniforme y las chicas sueles ir de marineras o con falda escocesa- para que la sociedad no le funda y seguir siendo él y Mizue, la novia, que cada vez requiere más de la atención Midori aunque este cada vez está más distante de ella.
Un viaje de vacaciones con su amigo Hanada y una visita a un santurio de una isla abandonada hace que se plantee toda su vida, la rotura del tobillo es un punto de inflexión pero es cuando se marca su nueva vida (el resto merece la pena que lo descubrais).
Un universo de seis personajes (el profesor Katawaga es el sexto) que rodea la mente de este joven y cada uno con sus implicaciones en la vida de Hiromi.
Complejos de culpa del padre o la madre, la comprensión y apoyo de las generaciones saltadas, rupturas y las prisas por perder la virginidad son temas que seguro que a todos nos suenan y nos pareceran cercanas, tanto en el tiempo como en la experiencia.
Kawakami nos narra con una deliciosa maestría el brusco cambio de la infancia a la madurez, con los típicos problemas de identidad, ya sea por nuestro papel en la sociedad o la sexual. Algo característico en todas las novelas japonesas que han caido en mis manos es que todo discurre de una forma suave, a pesar de lo brusco que puede parecer el principio y el posterior final.
Algo que también me ha gustado mucho es que me recordado mi reciente visite a Tokio, moviendose por el distrito de Shinjiku y sus tiendas o la linea circular o Yamate.

6 comentarios:

  1. Ahora me ha dado por leer libros cuyo tema central es el sexo, pero este me lo apunto. No he leído nunca literatura japonesa pero lo pintas bien, cuando pase mi "etapa lecturosexual" probaré con la literatura japonesa. Besitos!!!

    ResponderEliminar
  2. Querida Alicia de vez en cuando algún libro de literatura erótica cae en mis manos y generalmente me gustan más las escritoras que los escritores cuando hablo de ese tipo de literatura, suelen ser más sutiles y cuidan más lo detalles (recuerdo aún a Anais Nïn o las misma Almudena Grandes e incluso a Pauline Reage) y porque su capacidad de hacerme "volar" es más notable.
    Si te gusta leer novelas donde se cuidan todos ls detalles los escritores japoneses son maestros, la sensibilidad no se confunde con ñoñería y sobre todo, contemplarás un choque de concepción de la sociedad que te parecerá muy interesante y por eso creo que las disfrutarás.
    Besotes y dulce fin de semana.

    ResponderEliminar
  3. Es la luz de tus ojos lo que brilla como el Mar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Acepto pulpo como animal de compañía, pero Mizue, soy un gafotas y cegato perdido, palabrita.

      Eliminar
  4. El brillo refleja tu interior, aún no viendo seguirían brillando tus ojos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que la siguiente novela de esta escritora te gustará más, por lo menos a mí, es más intimista, delicada y sutil.

      Eliminar