jueves, 8 de marzo de 2012

Con el Agua al Cuello



Petros Márkaris
Tusquets editores
ISBN: 978-84-8383-357-5

Cada vez tengo más claro que hay una forma mediterránea de hacer novela negra, igual que la hay de vivir o disfrutar de la vida y en este saco meto escritores que a lo mejor no saben donde está ese mar sucio que los romanos llamaron Mare Nostrum o dicho de otro modo, como el chiste de que los Bilbao nacen donde les sale de los cojo... pues los que hacen este tipo de género nacen y viven donde quieren pero tienen ese saber vivir, saber sufrir que les hace tan especiales a mis ojos.
Petros Márkaris reúne dos características fundamentales, sabe donde está ese sucio mar del que hablo -es griego, faltaría más- y encime escribe  como los "ángeles" el canalla; dota a sus personajes de ese saber vivir, de apreciar los detalles más nimios, de que la vida es algo más y todo eso ha hecho que su última novela y primera para mi sea tan especial y tan disfrutable. Sus personajes pueden estar viviendo en un infierno, esta vez un infierno económico, y lo vives, no sé si es culpa de lo que va a llegar y se huele y que en Atenas lo llevan viviendo hace meses o es que Petros escribe tan bien que es capaz de meterte en situación con un toque de su pluma, lo dejo a vuestra interpretación.
Como en las obras que me cautivan de novela negra -con excepción de los personajes de Ken Bruen- los seres "oscuros" no lo son tanto, héroes que se comportan como villanos, un policía que resuelve los casos uniendo los datos, como se ha hecho toda la vida e hilando una historia sin precisar de artificios, seres torturados con complejas personalidades que a mi tanto se me atragantan.
En el verano del mundial que ganó España, si el del gol de Iniesta, comienzan a aparecer personas ilustres del mundo de las finanzas degolladas y todos ellos con una letra D latina impresa sobre el pecho, todo ello en una Grecia ahogada y controlada por la troika, el comisario Jaritos que acaba de casar a su hija se tiene que hacer cargo de la investigación pero sin hacer demasiado ruido y tratando de no crear demasiados problemas a su jefe por las vinculaciones internacionales que puede tener el caso.
Como buen exponente de la novela negra los ingredientes que la edulcoran son: uno compañero envidioso que no le soporta y al que no soporta y que no le ayudará demasiado, jefes que quieren salvar su culo antes de que un político extranjero les  ningunee, una vida familiar que sin ser complicada si puede causar algún que otro sobresalto y todo ello sin que se pierda la conexión a tierra para que veas y reconozcas a unos personajes normales, en un mundo normal, en una vida normal.
Escrita en un tono que me recuerda a Camilleri o Villar -lo que yo decía, los escritores mediterráneos nacen donde les da la gana, incluso en Vigo- la acción no decae en ningún momento y sin necesidad de que tenga que ser un carrusel de emociones, refleja con la perfección de una cámara reflex la Atenas al borde del caos que vemos en la prensa y que cada día más se parece a lo que estamos viendo nosotros aquí, el apego y apoyo con el que nos solidarizamos con los "pobres" -ver por ejemplo el apoyo a la roja de la sociedad ateniense o lo motivos de la compra del Ibiza-, el sufrimiento de la mujer de Kostas Jaritos por el escaso futuro de una hija abogada tremendamente preparada a la que llena la nevera sin que ella se de cuenta o el sufrimiento de ver como se tira alguien por la ventana -por cierto, la tasa de suicidios en España se ha disparado-, las maniobras de un campeón del mundo de atletismo pillado por dopping y que le cae fabulosamente bien al comisario; en fin, una delicia, creíble, deliciosa, apasionante, genial, en una sola palabra: perfecta.
Que no se me olvide, si os animáis a leerla a ver de quien sospecháis porque yo tenía un personajes -mejor dicho dos- que me encajaban perfectamente para mandarlos entre rejas pero al final solo eran dos estirados de traje.
Muy recomendable y peligrosa, porque yo me la terminé en el vuelo de dos horas y media.

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