sábado, 17 de marzo de 2012

Todo es Silencio



Manuel Rivas
Editorial Alfaguara
ISBN: 978-84-204-0664-0

Cuando te dispones a abrir las páginas de esta novela tienes la tentación de pensar que tendrá ciertas similitudes con la novela "La reina del sur" de Pérez Reverte pero nada más lejos de eso, sólo tienen parecido en la temática y en la "profesión" de algunos de los personajes que las pueblan y ahí se acaban los parecidos, yo he leído ambas y este hecho no me hace plantearme ningún tipo de ejercicio comparativo porque es imposible.
Manuel Rivas es uno de mis escritores de cabecera desde que leí "El lápiz del carpintero" -por cierto que Alfaguara regalaba esos lápices ovalados con el libro-, porque es un escritor que hace que te metas mucho en sus personajes y por los que sientes empatía casi sin dificultad, en el caso de esta novela el eje principal son tres chavales Fins, Leda y Brinco de la costa de la muerte -Costa da morte- y que la vida les deparará destinos distintos pero muy cerquita unos de otros, los tres estarán profundamente marcados por el mar y por el "dueño" de su pueblo, Brétema, Mariscal, un tipo oscuro que viste de indiano, con sus manos siempre enguantadas y que arrancó su vida delictiva casi dentro del seminario.
La novela escrita con calma gallega pero muy intensa se sumerge en los círculos del narcotráfico y como se transformaron del tabaco y el alcohol a las drogas y la prostitución, todo ello lleno de los silencios de los ciudadanos de Brétema y los silencios pagados de los policías y jueces que les libran de todo mal; silencios que les hacen ser los presidentes de los clubes de fútbol, los mecenas de los arreglos de las campanas de la iglesia y los dueños de los clubes de alterne, peluquerías, hoteles y de los mejores pazos.
Con cada página que engulles ves como la codicia corrompe a la gente y como no estamos ninguno libre y salvo los fuertes se mantienen al margen, atentos a la conversación con el inspector desahuciado y Fins sobre el lugar de cierta reunión y los motivos para darle la ubicación. Un personaje contradictorio para mi es Leda, en ciertos momentos sientes hasta pena por ella o simpatía cuando trata a Chelín, pero en la balanza de sus actuaciones no se la merece, como tampoco se la merece Brinco.
No sé como serán las relaciones entre los narcos, traficantes, policías que los investigan y los habitantes de las zonas por donde se mueven porque yo soy un nene "bueno" -alguna dirá que una buena pieza, jeje- pero yo creo que bien podría parecerse a lo que Rivas nos cuenta y describe tan bien, esos abogados sin escrúpulos, jefes del entramado que nunca sospecharías y que te hacen pensar quienes estarán detrás de los verdaderos, tipos de violencia fácil, cochazos de muchos ceros y colores llamativos, lanchas más potentes que esconden de mil maneras que son más potentes que las de la Guardia Civil y que me vuelve a recordar que en el estrecho se les persigue con radares y helicópteros, por eso creo que la vida de Sito Miñanco pudo ser perfectamente así, por eso creo que recrea muy bien esa sociedad y todo desde esa óptica tan gallega de ver y vivir la vida.
La novela discurre en dos instantes distintos en la vida de nuestros tres protagonistas, cuando son chavales con sus "juegos", descubrimientos y sus primeros contactos con el mundo de los adultos y ya cuando forman parte de él, en como las cosas han ido moldeándolos hasta hacerles ser lo que son. Otro de los personajes que éticamente se te atragantan desde que aparece en escena es Mariscal, un tipo listo a rabiar, con poder ilimitado y que domina a la gente entre latinajo y latinajo, ves como se mueve con los capos de la droga como pez en el agua y como la gente le teme y por eso creo un acto de dignidad se descerraja dos tiros el dueño del Ultramar en presencia de dos de los personajes importantes de la obra.
Siento mucha simpatía por el personaje de Fins Malpica, hijo de un marinero que muere cuando usaba dinamita para pescar y una mujer que pierde la cabeza años más tarde, enamorado de Leda y un buen chaval se hace policía y es destinado a su pueblo y en la novela se repite una historia que a muchos nos es familiar en su relación con las mujeres pero eso os dejo que lo descubráis. 
Dejarme que haga mención de una frase de Mariscal que dice a los tres chavales estando en la escuela creada por los indianos -gallegos regresados después de hacer fortuna en las américas- "mientras se trabaja, no se gana dinero" y me viene a la cabeza esta reflexión que ya he escuchado mil veces, que trabajando nadie se hace millonario.
José Luis Cuerda está liado con el rodaje de la versión de la gran pantalla con Miguel Ángel Silvestre, Laura Ponteo Quim Gutiérrez entre los protagonistas, ya veremos que sale, pero el señorito Silvestre no es de mis actores favoritos.
Muy disfrutable.

4 comentarios:

  1. Vaya tenemos puntos de vista diferentes en cuanto al señor Silvestre, pero eso no enturbiará nuestra amistad literaria. Me gustó mucho ese libro y yo deje a medias El lapiz del carpintero porque me llegó la reserva de este, y más tarde terminé el primero que aunque diferente tambien me sedujo bastante. ESte lo reseñe hace un tiempo y la verdad es que yo tambien odié a Mariscal, no sabía como coger a Leda, y me encariñe con Fins Malpica, su situación no debía ser nada fácil. Por cierto raro que no hables, de Paloma, creo que se llamaba así la madre de Brinco, que se vendía también bastante barata....

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    1. Que gusto me da leerte Carmina, vale, lo del señor Silvestre lo apartamos, jeje.
      No creo que la madre de Brinco se "vendiese" tan barata y quiero hacer de abogado del diablo, como sobrevivir en ese mundo de miedo con la espada de Damocles, de todos modos te prometo que cuando Quique Rumbo -padre de Brinco- pasa apuntando la escopeta primero a Sira -su esposa y madre de Brinco y amante de Mariscal- y después a Mariscal, por un instante casi "recé" que le hubiese disparado; yo piensa que ella era una superviviente más en ese mudo mundo de silencios, fíjate cuando se "vende" el padre de Fins al usar la dinamita; creo que algunas personas no tienen posibilidad a escapar de ciertos destinos y más cuando los hilos de tu vida son movidos por otros por eso me parece más loable el papel de Fins.
      ¿Viste cuando regresa al pueblo y saben que es policía y se preguntan que si hay que estudiar para ser policía? es decir que los que le critican y le miran mal no asumen ni por un momento que hacen algo mal y eso que personas próximas a ellos han sufrido el azote de la droga -Chelín por ejemplo-.
      Un besote muy gordo y un abrazo más grande aún.

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  2. Manuel Rivas sigue siendo para mí uno de mis eternos pendientes. Sé que algún día leeré algo suyo pero ¡a saber cuándo! De entrada este libro está en mi lista ...

    bsos!

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    1. Manuel Rivas es siempre un delicia Rosalía, siempre. Creo que tiene la maravillosa virtud de meterte en los ojos de cualquiera de los personajes y sin caer en juicios de valor.
      Besotes.

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