miércoles, 12 de agosto de 2015

Los Últimos Tiempos del Club del Autobús



Chris Stewart
Ediciones Salamandra
ISBN: 978-84-9838-679-0


Traigo un viejo conocido de este blog y escritor de éxito además de antiguo batería del grupo Génesis, si ya se que todos pensabais que era Phil Collins, pero Chris es anterior a este, pues este británico metido a agricultor ecológico en la Alpujarra granadina ya tiene editadas cuatro novelas de sus venturas y desventuras por tierras españolas en su finca de "El Valero", estas novelas frescas y casi veraniegas se parecen mucho entre si pero eso no quita ni un ápice de interés en su lectura.
Este última novela relata más anécdotas e historias de los habitantes alpujarreños, en donde la hija de Chris y Ana, Chlóe se ha hecho mayor y se ha ido a estudiar a Granada y les ha dejado solos -aunque con viajes por fiestas siempre esperados-, por fin desvela el motivo del nombre de su terruño, el motivo por el que se dedicó al cultivo ecológico y como no es un talibán que quiera obligar a todo el mundo a ello, sus visitas a clubes de lectura donde es invitado, como solventa un crisis por culpa de las lluvias torrenciales, vamos el día de día de un agricultor que se lleva bien con sus vecinos, que quiere vivir en armonía con el medio y con los demás y todo ellos contado con anécdotas muy divertidas y deliciosas de manera familiar y en un lenguaje cotidiano que te hace dudar que este tipo sea guiri de verdad -que conste que me da frío la palabra guiri, somos de donde vivimos y nada más, no hay palabreja y excluyente que la palabra guiri-.
Como historias curiosas yo os destacaría la del pregón en su pueblo, la de la visita de los escolares y la de su visita a la curandera con su problema en sus partes íntimas; pero las hay de todo tipo y condición, no me parece oportuno desgranaros todas ellas porque perdería la gracia pero una cosa interesante es que pueden considerarse como capítulos aislados sin continuidad en el siguiente salvo la del protagonista y su mundo.
Como ejercicio para ver como nos ven los de "fuera" puede estar muy bien, se que hay muchos estereotipos pero hay cosas con las que coincido completamente, me gustaría mucho tener una conversación con Chris con esa forma de ver que tiene a los extremeños y su "afán" de saquear el oro, ays, que hablamos de hombres del XV y XVI coetáneos de sus paisanos piratas y no por ello pienso que todos los iguales que Drake -me niego a ponerle el Sir-.
En las novelas de Stewart nos aprovechamos de su itinerante experiencia vital, desde patrón de yate sin experiencia a esquilador de ovejas pasando por batería de grupo musical y si no ha sido astronauta es porque debe vivir deliciosamente en la tierra de Lorca y no le da pereza, pero no me sorprendería que cualquier día diga que de joven fue cocinero de éxito o pintor naif. Su mano para los postres y su preferencia por la mermelada de naranja amarga a mi me ha ganado y esa receta del bizcocho yo la pienso hacer, ah perdón, es que casi al final te da una receta de como hacer un bizcocho y unos capítulos antes, una lista de platos para hacer de atún que yo estuve salivando media noche.
Estamos ante una novela divertida, simpática, sin más ánimo a que te reconcilies con la vida tranquila y sosegada alejada del mundanal ruido -eso de tranquila y sosegada si se lo digo a Chris seguro que me manda a la porra- que cumple perfectamente con la función con la que fue escrita que no es otra que la de entretenernos y hacernos pasar un buen rato, desdramatizando nuestras vidas cotidianas, eso si, si alguno /a se quiere poner "estupendo" dirá que es más de lo mismo comparado con las otras obras y no pienso ser yo quien le contradiga, pero a quién le importa.
Os dejo con una buena novela veraniega.







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