sábado, 24 de febrero de 2018

Manantial de Vino



Li Bai
Ediciones Hiperión
ISBN: 978-84-9002-081-4

No os vayáis a por la botella del tintorro mientras leéis esta joya literaria, es broma, pero llamo vuestra atención a la numerosa cantidad de poemas escritos por Li Bai achispado, pero no adelantemos acontecimientos.
Lo primero que quiero resaltar en este libro es la introducción inicial sobre Li Bai, su tiempo, la forma en la que debe pronunciarse y leerle la poesía y las notas finales con las que sabes de que quiere hablar este poeta  del siglo VIII de nuestra era, si digo bien, siglo VIII. Los occidentales estamos tan ensimismados con la pelusilla de nuestro ombligo que no vemos más allá y nos perdemos muchas cosas bellas -o no bellas-, gracias a este mundo globalizado ahora tenemos ocasión de leer y ver cosas que antes jamás hubiésemos visto o creído; gracias también a esa aventura de poder leer textos de otras épocas y de tan distantes lugares podemos disfrutar de otras sensibilidades, de otra forma de ver y sentir la vida pero que a la postre y siendo rigurosos, apenas difiere de la nuestra, solamente que es expresada de otro modo y esa forma diferente de contar las cosas nos enriquece.
Li Bai es un poeta de lo cotidiano, de hablar al calor de una vela o de un vaso de vino, un poeta que añora lugares y tiempos pasado y que lo hace de forma sensible y sin rencores, creo recordar nada más un poema en el aparece de forma simbólica una espada y ni en ese se aprecia deseos de revancha o venganza por un destierro que le tiene alejado de sus orígenes.
Li Bai es un poeta tremendamente vital, enamorado de la vida, que disfruta de su paso por este mundo con cualquier cosa, que celebra la amistad -si seguro que alguno ya está pensando en la exaltación de la amistad de los borrachos, pero no es eso, es algo más profundo y sentido-; que desprecia de una manera muy personal su paso por la corte pero sin reproches personales.
De esta colección de poemas escogidos quiero resaltar cinco que me han emocionado particularmente pero que no quiere decir que sean ni los mejores o más hermosos, digo esto porque como en una ocasión dije, el arte es una expresión humana sujeta a las emociones y lo que me emociona a mi no tiene porque emocionarte a ti, bien pues son estos:
- "Acompañar al amigo", con ese verso final. "Te alejas. Nos decimos adiós con la mano/y triste relincha tu caballo". Aquí la traducción tiene un matiz que aclara muy bien el traductor sobre como prefieren expresar esa tristeza los chinos, prefieren hablar de nuestro caballo que del suyo.
- "Bajando la montaña Zhongnan, paso la noche con Husi, quien me aloja y me invita a vino", con otro verso final delicioso y que me dan ganas de irme a por la botella de tinto y que dice "Yo que estoy ebrio y tú que te sientes feliz, ¡olvidemos gozosos las intrigas de este mundo!", quien tuviera a alguien así cerquita ahora, bueno en fin, que me pilláis blandito y con ojeras tristes.
- "Tonada antigua - treinta y ocho", la forma de evocar el otoño y como esa orquídea solitaria es el mismo Li Bai que ve como sus talentos se marchitan lejos es sublime.
- "Bebo solo bajo la juna", aclara el traductor que el vino no es de uva, es un vino de arroz, sorgo, cebada u otros cereales y en este poema y otros cuatro habla de las virtudes del vino -y de sus efectos, que también los expresa claramente, su sombra tropieza y titubea, se hace amigo de la Luna-.
- "Sentimientos de otoño", poema de gran tristeza y sensibilidad, donde una gran congoja le aprisiona el alma y sin sentimiento de paz en su futuro.
Como siempre Hiperión nos brinda un precioso libro de poemas bilingües que harán las delicias de todos los amantes de la poesía y si hay estudiantes de chino pues también a ellos.

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